De ChatGPT al dormitorio: estas son las tendencias sexuales más sorprendentes que marcarán 2026
La forma en la que amamos, deseamos y disfrutamos del sexo está cambiando —y rápido—. Si 2025 fue el año en el que la conversación sobre bienestar sexual se normalizó, 2026 será el momento en el que la tecnología, el autocuidado y el placer se integren definitivamente en la vida íntima, según el nuevo estudio de LELO sobre tendencias sexuales.
Basado en distintos informes y encuestas realizadas entre personas de 18 a 45 años en España, Reino Unido, Francia, Italia, Suecia y Estados Unidos, los datos dibujan un escenario claro: el sexo ya no se vive solo en la cama, sino también en el móvil, en el gimnasio y en la forma en la que nos comunicamos con nuestra pareja —esté cerca o a miles de kilómetros—.
1. La IA entra en la intimidad (y se queda)
La inteligencia artificial ha dejado de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en una herramienta habitual en la vida íntima. En España, más del 80 % de los encuestados reconoce haber usado IA (como chatbots, apps o asistentes virtuales) en algún aspecto relacionado con su vida sexual o emocional.
¿Para qué se utiliza principalmente?
- Consejos sobre citas, flirteo o comunicación sexual (más del 40 %)
- Refuerzo de la confianza antes de una cita (en torno al 25 %)
- Inspiración para fantasías, escenarios o role play
- Mejorar técnicas y “movimientos” en el dormitorio
Lejos de reemplazar a la pareja, la IA funciona como un acompañante emocional y comunicativo, especialmente valorado por su capacidad para poner en palabras emociones y deseos que a veces cuesta expresar en voz alta.
2. Hablar de sexo (mejor) también es placer
Uno de los grandes consensos del estudio es que la comunicación es ya una parte esencial del bienestar sexual. Más del 20 % de los usuarios afirma que recurrir a la IA reduce la ansiedad a la hora de hablar de sentimientos, mientras que otro porcentaje similar asegura que les ayuda a sentirse más seguros en interacciones reales.
En un contexto donde todavía existen tabúes, la tecnología se convierte en un espacio seguro y privado para explorar deseos, límites y preferencias sin juicio.
3. Relaciones a distancia: cuando la tecnología acorta kilómetros
Las relaciones ya no entienden de fronteras, y el sexo tampoco. En 2026, las relaciones a distancia dejan de ser una barrera para la intimidad gracias a la tecnología conectada. Videollamadas, apps, dispositivos controlados por Bluetooth y soluciones de teledildónica permiten no solo mantener el deseo, sino crear experiencias compartidas en tiempo real, incluso estando en países distintos.El resultado: una intimidad más creativa, interactiva y emocionalmente conectada, donde el placer se vive “juntos”, aunque sea en la distancia.
4. Fitness sexual: cuando el orgasmo también cuenta como ejercicio
Otra de las grandes tendencias que marcarán 2026 es la unión definitiva entre bienestar físico y bienestar sexual. Según los datos de LELO, el 60 % de los encuestados prefiere tener sexo antes que entrenar por la mañana, y casi la mitad considera que el sexo es, en sí mismo, una forma de ejercicio.
Además, 2 de cada 10 personas afirman haber experimentado orgasmos o sensaciones muy similares mientras entrenaban, lo que confirma la conexión directa entre cuerpo, mente y placer. El mensaje es claro: cuidar la vida sexual también es autocuidado.
5. Belleza, autocuidado y placer: una misma conversación
El bienestar sexual se integra cada vez más en el universo de la belleza y el self-care. Productos antes considerados nicho conviven ahora con rutinas de cuidado personal, suplementos y tecnología enfocada al bienestar global.
En 2026, hablar de placer será hablar de salud, autoestima, energía y conexión con el propio cuerpo, sin culpa ni estigmas.Un nuevo mapa del deseo
Las conclusiones del estudio de LELO apuntan a un cambio profundo: el sexo del futuro es más consciente, más tecnológico y más conectado al bienestar emocional. La intimidad deja de ser un acto aislado para convertirse en una experiencia integrada en la vida diaria.
Porque en 2026, el verdadero lujo no será solo el placer, sino entenderlo, comunicarlo y disfrutarlo sin tabúes.