Nepomniachtchi reta a Carlsen por partida doble
La pregunta que ha flotaba en el ambiente durante todo el torneo ha sido la misma: ¿defenderá Carlsen su corona? «No nos ha dicho que no va a jugar», fue el anuncio provisional de la FIDE. En el seno de la Federación Internacional reina un cauto optimismo. Nepo es más contundente, exultante después de ganar por segunda vez consecutiva el torneo más difícil del calendario: «No me importa con quién jugaré por el título». Está bastante seguro de que lo tendrá que hacer contra Carlsen. Todas las dudas sembradas por el noruego han sido un factor de «distracción» para muchos de los jugadores, comenta. Por supuesto, está «extremadamente feliz y agradecido» a todos los que le han ayudado, pero también «agotado». Queda una jornada de trabajo.
Tarde de película
Hubo un momento en que la situación parecía escrita por algún guionista. Los grandes maestros calculaban sus movimientos ajenos a lo que se vivía entre bastidores, donde Carlsen jugaba su propia partida, como mínimo igual de trascendente, en un salón situada a escasos diez metros de la sala de juego. No trascendió demasiado de lo hablado allí dentro, aunque se espera una declaración de Dvorkovich.
Judit Polgar realizó el saque de honor ante unos sonrientes Nakamura y Duda
-
FIDE / Stev Bonhage
En los pasillos, más concurridos que la sala de espectadores y que la que utilizan los periodistas, no falta quien comenta lo complicado que puede ser encontrar patrocinadores para un campeonato con un finalista ruso, más aún si al final Carlsen no participa. Un oficial de la FIDE comenta en privado que no les preocupa en exceso esa tarea, incluso si Nepo tiene que jugar con otro ajedrecista. «Será más difícil, pero no imposible». ¿Cambiaría algo si Dvorkovich pude las elecciones? «Es difícil estropear las cosas, pero no imposible», es la astuta respuesta, en plena campaña electoral. De ahí también la presencia de Anand, gran fichaje del equipo del actual presidente.
Lucha por el segundo puesto
Si Carlsen juega, el hilo secundario de la trama en Madrid no habrá servido demasiado. La lucha por el segundo puesto se ha devaluado, pero no está decidida y sigue siendo importante, a una roda para el final. Nakamura (el único que ganó) parte con ventaja, con Ding Liren a medio punto y tres jugadores todavía en la lucha: Radjabov, Caruana y Rapport . Un posible empate se resolverá por un viejo sistema conocido como Sonneborn-Berger, una especie de 'golaverage' más enrevesado.
En la partida del día, a Nepo le basta el empate para proclamarse candidato. Conseguirá las tablas después de 34 movimientos, pero al menos Richard Rapport se presenta dispuesto a luchar. El joven húngaro, un artista heterodoxo, piensa durante minuto y 37 segundos su primera jugada, con la que plantea la defensa siciliana, mucho más agresivo que Hikaru Nakamura en la jornada anterior, cuando hizo tablas en solo siete minutos. De todos modos, el ruso juega con blancas y sabe cómo dormir la partida. Cada vez que puede, cambia una pieza y se acerca a su particular meta.
Tiene mérito lo conseguido. Ha ganado dos Candidatos consecutivos, un doblete dificilísimo –que solo había conseguido antes Vasily Smyslov en los años 50– lo ha hecho con mayor superioridad que en la última edición. Lleva 9 puntos de 13. Ha superado su propio récord de Elo y roza los 2800 puntos. «He tenido suerte, porque en ninguna partida he estado forzado a ganar, por lo que no he tenido que presionar nunca por la victoria», declara en el plató de Chess.com. Los puntos le han caído como del cielo.
La visita de un fantasma
Carlsen eclipsó durante la tarde a los participantes en el Candidatos, pero al final Nepomniachtchi consiguió atraer a los focos y se llevó el mayor aplauso de los aficionados. El campeón del mundo estuvo muy activo el sábado, pero como con el freno de mano echado. Jugó en el Retiro (perdió contra Judit Polgar en pocos movimientos) y por la tarde-noche participó en un torneo abierto organizado por Chess24 junto a otras estrellas y numerosos aficionados. Quedó segundo, por detrás de Anish Giri.
Carlsen y Giri juegan en el Retiro madrileño una partida relámpago, ante algunos espectadores ilustres
-
Chessable
El domingo faltó a su cita en las simultáneas organizadas en el paseo de Recoletos, pero por la tarde apareció en el Palacio de Santoña. Fue una sorpresa relativa. Alguien que trabaja para su grupo comentó que Carlsen es siempre imprevisible y que es imposible saber qué va a hacer con antelación. El noruego es muy impulsivo y depende mucho de su estado de ánimo. Por supuesto, no se deja presionar por nadie.
Por todo ello, es muy difícil saber si defenderá su título. Es pronto para cantar victoria. Si decide no jugar contra Nepo, la corona habrá sufrido, al menos de forma temporal, una nueva devaluación.