En el
Barça es posible conciliar la comprensible euforia por la prometedora consistencia del equipo de
Xavi Hernández con el posicionamiento responsable e informado de la agresión de
Rusia sobre
Ucrania de
Saras Jasikevicius. Mientras la estabilización del
Barça desata animados focos de discusión, bien por la desconcertante amnistía del club a
Dembélé o por la ensoñación por atrapar al
Real Madrid mediante un plácido paseo militar, el entrenador lituano concitó, tras el partido ante el
Andorra, a tomar partido contra la invasión militar de
Putin desmitificando el extendido lugar común de la neutralidad del deporte y los deportistas ante el encarnizamiento de la embestida contra los derechos humanos.
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