El Barça volvió a dejarse dos puntos en Granada por no saber gestionar su ventaja, defecto tan repetido esta temporada que parece crónico. Le pasó ante Alavés y Sevilla cuando se había adelantado, en Vigo ganando 0-3, ante el Elche con 2-0, o en Pamplona dominando 1-2. Y en Mallorca, suerte que San
Ter Stegen evitó el empate en la última jugada. Ayer volvió a evidenciarse la falta de liderazgo y madurez de los discípulos de Xavi para leer correctamente los momentos del partido. Y también, valentía para ir a por el segundo gol en lugar de tirarse atrás. Los cambios introducidos mejoraron al Granada y empeoraron al Barça. Es un problema mental pero también físico. El equipo acaba sin gasolina. Siguen las lesiones musculares, con la diferencia de que ahora ya no se culpará al médico, como sí se hizo con el anterior.
Seguir leyendo...