Las bases de un país democrático
Los países en su mayoría se declaran democráticos, para diferenciarse de aquéllos en que prevalece la dictadura, la monarquía, la teocracia, el absolutismo o un gobierno de camarillas, que se mantienen en el poder proclamándose heredero de una movimiento armado, sostenido por un voto manipulado a cambio de acciones populistas.
La base legal de la democracia radica en el fenómeno electoral con el funcionamiento de partidos de los cuales surgen las autoridades, que solamente serían legítimas si se respeta el proceso electoral. En nuestro país, prevalecieron autoridades formales pero en muchos casos, sin legitimidad . Tenían que realizar proyectos de interés nacional para alcanzar aceptación.
Otro ingrediente fundamental que en un país democrático exista en la realidad el estado de derecho, definido como “un principio de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia”.
En este principio, se puede proclamar que no operarán decisiones de gobierno al margen de las regulaciones ni admite que se opere por capricho o por la búsqueda de respaldo popular, al margen de la Constitución. Por ejemplo, decidir por voto popular a mano alzada… sobre algo ya decidido.
Nuestro país está reprobado en esta medición; según el World Justice Project que ubicó el año pasado a México en el lugar 104 de 128 posiciones, tres escalones más abajo que en 2018.
Lo anterior afecta la dinámica empresarial en cuanto que casi nadie promueve proyectos de inversión por desconfianza. Lo grave viene cuando el mismo gobierno es indiferente a la imagen que se está proyectando en cuanto se incrementa la incertidumbre en los inversionistas.
La práctica de no denunciar acciones que pueden ser constitutivas de delito, es una deficiente señal para fundamentar la existencia del estado de derecho: el afectado no cree en la acción de la justicia y considera que acudir a ella equivale a perder el tiempo y la paciencia.
Se desconfía de un país cuando funda su estabilidad en el uso de programas sociales con fines abiertamente electorales.
También se duda que exista el estado de derecho cuando no hay transparencia en el ejercicio de los dineros públicos, en el incremento de las adjudicaciones directas y en el uso discrecional de los recursos de gobierno para afectar a supuestos “enemigos” o lo contrario, perdonar a los apoyadores del mismo. El lema “ la justicia sobre el derecho” es una concepción que desorienta y empaña la transparencia y confianza en el gobierno. _