El nuevo vecino Biden
Uno no puede escoger a sus vecinos, ni tampoco evitarlos. Además es difícil predecir las relaciones que se tendrán con estos y, queramos o no, se viven consecuencias que son el reflejo del mundo en que vivimos, aun tan distante de la fraternidad y el buen entendimiento. Esto mismo sucede con los países del mundo, con la diferencia de que las consecuencias son masivas, son ciclos que asumir con cada jefe de Estado, como es el caso para Joe Biden, quien hoy toma posesión como el presidente número 47 de Estados Unidos, y quien se convertirá en el nuevo gobierno vecino a tratar para el mandato de AMLO.
Un hombre de 78 años que ganó las controvertidas elecciones de su país con 306 votos del colegio electoral (más de 30 de lo estipulado), y que dejo atrás a Trump dolido por la derrota de su reelección que solo alcanzó los 232. Quien es abogado, del partido demócrata, con suficiente experiencia en el poder al haber sido ocho años vicepresidente en el periodo de Obama. Con el historial de su vida personal de ser sumamente resiliente, ya que nada cambió su carrera política, al haber perdido a su primera esposa y dos hijos.
Hoy este señor, que tiene como compañera de fórmula a la primera mujer estadunidense vicepresidente, Kamala Harris, tendrá los principales reflectores de su nación y del mundo, no solo por iniciar un periodo del país más poderoso del mundo, sino porque también las condiciones para la ceremonia de protesta están ensombrecidas por posibles disturbios de simpatizantes del que fuera su opositor Trump.
Mucho se ha especulado sobre esto, incluso se ha desplegado más de 30 mil tropas por los alrededores del Capitolio y la Casa Blanca en Washington, (según la prensa de Estados Unidos) Por primera vez el país que supone ejemplo de democracia, tendrá el reto de conservar la integridad del nuevo mandatario y que pueda llevar a buen término la ceremonia en el Capitolio, que días antes estuvo violentado por revueltas.
Después de un periodo tan controvertido y polarizado del presidente saliente de ese país, en donde muchos fueron afectados por sus decisiones, algunos mexicanos ven como un salvavidas la llegada del nuevo presidente Biden; además celebran que sea el partido Demócrata el que representa y sea el que tendrá el poder en el Congreso. Pero sin ser demasiado pesimista, recordemos que sin importar nombres o partidos en especial, los mayores benéficos como vecinos nunca han sido nuestros.
México tendrá que esperar con cautela y tal vez aceptar lo que la frase de Nemesio García ha resumido para las relaciones con nuestros vecinos del norte: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Y lo que muchos políticos aseguran: Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses. No creo que este nuevo gobierno vaya a ser la excepción. Ojalá me equivoque.
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