Naamu: The Lost Essence y Shards of Hope no paran en confinamiento
Los estudios de desarrollo de videojuegos han tenido que adaptarse al confinamiento al que está sometida actualmente la mitad de la población mundial aprendiendo a marchas forzadas a teletrabajar y las universidades también han puesto en marcha mecanismos de teleeducación. Los alumnos de los másteres en Programación, Game Design y Arte y Diseño Visual de Videojuegos del Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-tad) tampoco han parado en el desarrollo de los dos videojuegos que forman su Trabajo Fin de Máster (TFM):
Daniel Pastor, productor académico de U-tad explica que los alumnos de los dos proyectos de este curso se reúnen diariamente por las mañanas y a lo largo del día los profesores visitamos las salas en las que los alumnos están trabajando virtualmente, resolvemos dudas, damos feedback, preparamos tutorías, masterclasses y aconsejamos en lo que podamos para que las entregas vayan los más finas posible.
Seguir trabajando en los dos juegos ha sido posible gracias a programas como Discord o Blackboard que permiten la comunicación por texto o por sonido para replicar lo que se realiza en persona pero desde casa. que los alumnos ya usaban para estar en contacto cuando no estaban en las aulas así que no ha sido tan difícil, dice Daniel Rodríguez, diseñador de Naamu: The Lost Essence. Este equipo ha creado varios canales en Discord con las distintas tareas en las que se están trabajando y utiliza WhatsApp para una comunicación más general y Trello para llevar la planificación del proyecto y mantenernos informados del estado de cada tarea, apunta Rodríguez. Profesores y alumnos comparten Discord. Todos los profesores involucrados en el proyecto han estado especialmente activos y presentes en todo momento para asegurar que sigamos en el camino correcto, dicen desde An Otter Studio.
Eso sí, la adaptación al trabajo en casa de todos los alumnos se ha realizado teniendo en cuenta las circunstancias especiales del momento y las situaciones de los grupos en general y de cada alumno, son tiempos demasiado difíciles para ir apisonando a los equipos con el método y el proceso, dice Pastor, para quien la metodología, la disciplina y el desarrollo de los procesos son importantes pero en este preciso instante más lo es la empatía y la flexibilidad. Una vez la adaptación al remoto sea plena, tanto por parte de los alumnos como de los profesores que les supervisamos, podremos ir puliendo y apretando las distintas piezas que veamos para que la máquina funcione de manera óptima.
Actualmente los grupos están implementando las mecánicas claves en el motor Unreal Engine, pasando del documento y el prototipo a algo jugable con lo que se puede interactuar, implementando los enemigos y sus inteligencias artificiales, creando los primeros niveles, diseñando la interfaz de usuario. es un hito muy importante pues estamos a punto de abandonar la fase de pre producción para entrar en producción pura y dura. El calendario de hitos no se ha movido, pero todo depende de cómo se vaya desarrollando la situación y evaluemos la calidad de los diversos entregables, sostiene Pastor.
Los principales problemas que han surgido en la adaptación al trabajo en confinamiento es que los dos estudios son equipos se acaban de partir de cero que se formaron hace dos meses y estaban todavía conociéndose y aprendiendo a trabajar juntos en las aulas a la par que se formaban profesionalmente en sus respectivas áreas. Ahora todo eso se ha evaporado y están encerrados en sus casas, cada uno con el propio contexto que les rodea y sujetos a sus propias emociones, añade Pastor. En los profesores el proceso ha sido más suave ya que se trata de un equipo que lleva años trabajando juntos y eso se nota en la adaptabilidad que nos hemos visto obligados a experimentar, opina el productor universitario.
En An Otter Studio el principal problema que encontraron para empezar a trabajar en remoto fue que no todos los miembros del equipo tenían acceso en casa a los equipos que necesitaban pero fuimos rápidos en adaptar la planificación y apoyarnos unos a otros para mantener el ritmo de trabajo y seguir avanzando en el proyecto, afirma el diseñador de Naamu, The Lost Essence.
Para Banana Crunch el mayor escollo fue no poder ver el trabajo de todos los componentes del equipo de forma presencial y dar feedback al momento, pero se han adaptado de forma que las reuniones ahora son mucho más a menudo y el feedback de cada avance en el proyecto debe ser más estricto que antes, indica Héctor Lucio Fernández, diseñador de Shards of Hope. También utilizan Discord como herramienta de comunicación entre el equipo de desarrollo y con los profesores de U-tad, quienes, dice Fernández, han reforzado la comunicación con el alumnado y están disponibles incluso fuera de lo que les correspondería laboralmente.
Aún es pronto para saber cómo afectará el confinamiento a los juegos que están desarrollando Banana Crunch y An Otter Studio, pero el objetivo de U-tad es que Naamu: The Lost Essence y Shards of Hope tengan la máxima calidad posible, el productor académico apunta que los alumnos confían en U-tad y sus profesionales: Debemos estar a la altura de las circunstancias como entidad y como formadores. A los alumnos se les exige un gran esfuerzo y nosotros debemos pagarles con la misma moneda y, además, ser un ejemplo de Superación y constancia.
Los alumnos están igualmente motivados; el equipo de Naamu: The Lost Essence se muestra más animado que nunca, queremos empujar la barra de lo que puede ser un proyecto universitario y llevar el mensaje de nuestro juego lo más lejos que podamos. Estamos determinados a hacer lo mejor de la situación, incluso decidimos empezar a trabajar desde más temprano todos los días, aprovechando el tiempo que nos solía tomar ir a la Universidad para vernos en persona, dice Rodríguez.
Las mismas ganas de trabajar muestra el equipo de Banana Crunch ; según Fernández, si bien es cierto que el confinamiento ha sido un cambio muy repentino, el equipo está motivado al mismo nivel, o más, que antes, aunque es cierto y he de reconocer, que nos costó una semana de adaptación a la falta de presencia y socialización física, ¡pero con energías y mucho ánimo con Shards of Hope!.
El productor ejecutivo de (U-tad) tiene clara cómo ha sido la adaptación de los alumnos ante la emergencia sanitaria: No puedo estar más orgulloso de nuestros alumnos y la respuesta que están teniendo ante lo difícil de las circunstancias, concluye Pastor.
