“Siento que estoy asistiendo a mi propio funeral”
El delirante juicio por las protestas en Turquía en 2013 amenaza con condenar a cadena perpetua a observadores inocentes
Si no fuese porque ya ha ocurrido antes, se podría pensar que el juicio a la revuelta turca de Gezi es una burda copia de El proceso de Franz Kafka. El próximo martes, el tribunal encargado del caso tiene previsto leer la sentencia y los nueve acusados de “dirigir” las protestas que sacudieron Turquía en primavera de 2013 no tienen muchas esperanzas de que les sea favorable. Tres de ellos se enfrentan a cadena perpetua no revisable y seis a penas de entre 15 y 20 años de cárcel bajo la acusación de liderar una “insurrección para derrocar al Gobierno”, si bien las defensas sostienen que las imputaciones son una “farsa”.