«Vaya madrugón. Ayer estaba dando vueltas en Valencia y ahora... aquí, que se abra el telón», sonreía Marc Márquez frente al escaparate de una gran superficie del centro de Madrid convertido por unos días en un museo de trajes de éxito del equipo Repsol: los monos de diferentes pilotos de varias disciplinas que llegaron hasta el éxito vestidos de naranja. Entre ellos, un Márquez contento por compartir equipo con su hermano.
«Apenas nos hemos visto en el circuito. Ya bastantes cosas tengo que hacer como para preocuparme de otras cosas. Separamos bien la profesionalidad», exclamaba de inicio. Aunque luego sí compartieron confidencias, en el motorhome donde viven en los circuitos, como buenos hermanos.
«Lo que sí me dijo fue 'Podías haberme avisado de los frenos de carbono'», bromeó sobre la inexperiencia de su hermano, que se cayó en la séptima vuelta con la Honda en los tests de Valencia. «Es verdad que eso es muy diferente a los que venía utilizando en Moto2 y sabemos que es una categoría difícil y una moto en la que yo me he caído muvhas veces para encontrar el límite, pero Honda ha decidido y es un campeón del mundo. Y sí, es especial porque es mi hermano», volvió a repetir, como si fueran necesarias más justificaciones.
Para el año que viene ya está trabajando en la moto, con la que espera volver a triunfar. «No sabes cuánto van a mejorar los demás y este curso hemos hecho muchos podios y puntos, pero sigue siendo difìcil de manejar para muchos pilotos y eso tenemos que trabajarlo: igual de rápida pero con mayor facilidad», explicó. Y añadió que, al menos, el prototipo de 2020 es igual al del año anterior así que pueden ir avanzando.
Fan de Luis Enrique
Para concluir, también ofreció su visión de la vuelta de Luis Enrique: «Me encanta Luis Enrique de siempre. Ya cuando era jugador y luego de entrenador en el Barcelona. Me encanta que vuelva. Después de un etapa difícil. Pero es muy luchador y creo que le va bien a la selección».
