México Sub-17
El reto del fútbol mexicano es integrar al mayor número de futbolistas finalistas del campeonato mundial Sub17 a la Liga Mx, no el renegar del VAR por la jugada que derivó en el tiro penal del primer gol brasileño.
Con dos experiencias anteriores como campeón mundial de esta categoría, el aprendizaje para el fútbol mexicano es que el valor más importante son los jugadores que consoliden carreras profesionales, más que el trofeo de primer lugar en la vitrina.
¿De qué sirve tener un equipo campeón Sub17 si dentro de uno o dos años vamos a tener en México a los juveniles ecuatorianos, colombianos o peruanos?
Y no digo que sea malo traer futbolistas extranjeros, el problema es que en un alto porcentaje (me atrevo a decir que en 75% de cada 10 casos) no están en el nivel para jugar en la Liga Mx.
Si los equipos en México están invirtiendo altas cantidades en mantener sus fuerzas básicas, ¿porqué no recurren a ellas para formar su primer plantel?, además, una vez que debutan ¿porqué al futbolista juvenil mexicano se le tiene menos paciencia que al extranjero?
Las redes de colusión entre promotores y entrenadores es la primera explicación a las preguntas anteriores, pero los primeros que deberían saber del costo-beneficio de su propia inversión son los dueños de los equipos, quienes están pagando las facturas de la formación de juveniles mexicanos.
El entrenador de la Selección Mexicana, Gerardo Martino declaró esta semana que propondrá a los dueños de equipos la reducción de futbolistas extranjeros en la Liga Mx.
Es evidente que “El Tata” es el primero que está sufriendo con la escasez de material nacional para conformar el tricolor.
El trabajo de las categorías inferiores no se mide por trofeos, se mide por el número de futbolistas que consolidan una carrera profesional, así que las felicitaciones al tricolor subcampeón en Brasil se deberán reservar para cuando aparezcan estos jugadores en la Liga Mx o el Ascenso.