¿Están las empresas preparadas para el próximo ciberataque?
El termostato conectado a Internet de una pecera fue la puerta que encontró un hacker para colarse en la red de un casino de Londres el año pasado para robar su base de datos de clientes selectos. Un pequeño agujero de seguridad que los ciberdelincuentes aprovecharon para sortear los cientos de miles de euros que la empresa había invertido en proteger su información.