El violento réquiem para la Policía Federal
En muchos sentidos, no fue una sorpresa.
Sí, algo, creo que el movimiento de la Policía Federal contra su desaparición e integración a la Guardia Nacional se había tardado.
Desde la campaña y después en la transición estaba claro que la PF no tenía futuro. Es más, tanto Andrés Manuel López Obrador como el resto de quienes lo ayudaron a elaborar su plan de seguridad la veían con desprecio. En el plan de seguridad se dice con toda claridad que la Federal era un cuerpo “con déficit de disciplina, capacitación y profesionalismo”.
Alfonso Durazo, ayer, recriminando a aquellos que “se rasgan las vestiduras” defendiendo a la Policía Federal insistió en que fue “abandonada, históricamente abandonada por los distintos gobiernos que nos precedieron”. E hizo la lógica —bastante rara— de que por lo mala que era la PF, los gobiernos anteriores habían tenido que desplegar al Ejército mexicano.
A esto hay que aumentar la vocación del presidente Andrés Manuel López Obrador por confiarle al Ejército lo más posible, desde aeropuertos, hasta el sargazo o las pipas de combustible, no había otra cosa que esperar.
Ahora, frente a la movilización de una parte de los federales, la tunda que ayer le metió Durazo a los federales es inaudita. Aunque aceptó las fallas de comunicación de su mando frente a los cuerpos policiacos, hizo advertencias veladas a los inconformes y sus líderes. Y acusó a los movilizados de ser manipulados por políticos y “grupos de interés” que quieren aprovechar la legítima inconformidad de algunos.
Dijo, con claridad, que no hay civil en México capaz de mandar a 50 mil militares y marinos. ¿Entonces, quién es el jefe?
En fin. Durazo convirtió una disputa laboral —porque solo eso era— en una política. Y tiene a policías armados a los que ayer les pidió que no se llevaran sus pistolas a la calle.
Mal arranca la Guardia. Ya veremos cómo vienen los números, siempre más precisos, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pero, por lo pronto, en el informe diario de incidencia delictiva que se le presenta al Presidente, junio ha sido el peor mes del sexenio en cuanto a víctimas de homicidio doloso: 84.8 el promedio diario.
No estábamos para estas cosas. Pienso.
@puigcarlos