Trump: inmigrantes ricos, dólar débil, dumping fiscal y sin periódicos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha intervenido este viernes en el Foro de Davos asegurando que ha llegado un nuevo tiempo a Estados Unidos. “América está abierta para los negocios”, ha sido su lema más repetido.

En un discurso muy triunfalista ha asegurado que la economía de los EE.UU. está en su mejor momento. Ha destacado la solidez del crecimiento y que el mercado bursátil rompe un récord tras otro. “La confianza empresarial, de consumo y económica es la más alta en décadas”.

No obstante, ha ocultado las cifras conocidas hoy que reducen el crecimiento norteamericano por debajo de lo esperado. La política económica de Trump se basa en inmigrantes ricos, dumping fiscal y dólar débil.

La reforma tributaria

El presidente de EE.UU. se ha mostrado especialmente orgulloso de su reforma tributaria, puesto que considera que sienta las bases para hacer su país más atractivo como destino de la inversión mundial.

“Ha estimulado la economía, los trabajadores tienen un salario más alto y la creación de empleo está en máximos históricos”, aseguró. En realidad, esos recursos proceden de la tesorería que las grandes tecnológicas y farmacéuticas, entre otras, tenían depositadas en Europa, especialmente, y que están convirtiéndose, fundamentalmente, en remuneración para los accionistas. Se trata de un escandaloso dumping fiscal, especialmente contra Europa. Del mismo modo que, para frenar las importaciuones, defiende una política de dólar débil.

Por ello, se ha dirigido a los empresarios presentes en la sala con un: “Ahora es el momento perfecto para llevar su negocio, su inversión y sus empleos a los Estados Unidos”.

Trump también ha abordado uno de los temas más controvertido de su mandato, las relaciones comerciales con el resto de países. Ha matizado su tradicional lema “America First”. América primero no significa América sola. Es decir, está dispuesto a negociar con el resto del mundo ya sea de forma individual con cada país como a nivel agrupado, eso sí “siempre que se establezcan unas condiciones justas y recíprocas”. Ha advertido que no “hará la vista gorda” a las prácticas desleales que puedan hacer otros países como subsidios o la intervención en la planificación económica por parte de las autoridades públicas.Una referencia poco sutil a Alemania, China u otros países europeos.

En principio, se ha mostrado abierto a negociar acuerdos bilaterales con los países pertenecientes al TPP, siempre que resulten del interés general de ambos países y de la economía mundial en general. De momento, no estará abierto a una negociación en bloque.

Inmigración sí, pero de calidad

La referencia a su política de inmigración ha sido nítida. Ha asegurado que su país necesita un nuevo “sistema basado en el mérito”. Estados Unidos aceptará a personas con capacidad para mantenerse económicamente y ayudar a hacer crecer la economía. Un eufemismo para asegurar que no quiere inmigrantes pobres.

Esta política se incluye en la intención declarada de Trump de “hacer todo lo posible para proteger las fronteras”. Por ello, también ha aprovechado la tribuna del Foro de Davos destacar que su país está liderando en control contra los terroristas del estado islámico, agradecer la ayuda a los estados colaboradores y pedir al resto de líderes mundiales que “incrementen los presupuestos en defensa”, porque de ello depende la seguridad común. También ha pedido ayuda para presionar a Corea del Norte y evitar que Irán pueda desarrollar armas nucleares.

Contra los medios

Finalmente, el presidente de Estados Unidos no ha podido resistirse a lanzar un mensaje a uno de sus enemigos declarados: la prensa. Ha asegurado que hasta que se convirtió en presidente, no se dio cuenta de “lo desagradables, malos, vicioso y falsos son los medios de comunicación”. Frase que ha provocado abucheos en las tribunas.