Denuncia IMPI por suplantación de identidad
La suplantación de identidad digital se ha convertido en uno de los delitos que mayor número de víctimas suma año con año. Su crecimiento ha sido exponencial y sus formas de manifestación crecientes y difíciles de prevenir. En su dimensión empresarial, el “phishing” y otras formas de ataque cibernético se han sofisticado hasta extremos en los que, a pesar de barreras y advertencias, la identidad de una empresa es imitada para recibir pagos por ventas de productos o servicios a través de redes sociales o sitios web que aparentan ser los oficiales, y terminan por ser simples anzuelos construidos para el engaño y el fraude.
Sabemos que este tipo de actividades criminales no solo dañan el patrimonio de muchas personas, sino que drenan la confianza del sistema digital completo; y cuando la imitación alcanza niveles en los que “alguien” se hace pasar por “una autoridad”, el escenario se vuelve doblemente delicado.
Esta es la circunstancia en la que Santiago Nieto, director general del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, ha anunciado el inicio de una denuncia ante la Fiscalía General de la República por el uso ilegal de su nombre y logotipo, por parte de una “empresa” que ofrece trámites de marcas dando a entender que se trata del propio IMPI. Esta suplantación de identidad tiene el agravante de que está “pirateando”, precisamente, los elementos de identidad de una de las autoridades competentes para el combate de este tipo de conductas.
En el caso objeto de la denuncia la estructura y mensajes del sitio hacen suponer que se trata del IMPI, o que su información está avalada por éste, ya que su nombre y logotipo encabezan la página de inicio, además del propio nombre de dominio bajo la nomenclatura: “registrodemarcasimpi.com”. El sitio no solo incumple al emplear indebidamente logotipos oficiales sin autorización, sino que no contiene siquiera un aviso de privacidad. Bajo esa apariencia, no es extraño que cualquier destinatario de un correo electrónico urgiéndole a realizar un pago, lo haga ante la posibilidad de perder sus derechos. Parte de la problemática que se ha desatado con múltiples ofertas de este tipo, tiene como punto de partida el uso de los datos públicos de los trámites ante el propio IMPI.
No es este el primer caso en el que sitios web o perfiles en redes sociales promueven ofertas fraudulentas o engañosas para generar recursos ilícitamente, abusando de la buena fe de un mercado que desconoce las formas y tiempos para la conservación de sus derechos sobre marcas registradas. Sin embargo, este es el caso más grave y haberse mantenido indiferentes habría sido una forma de complicidad. Combatir este tipo de actividades ilegales y de competencia desleal, es fundamental para mandar un claro mensaje de respeto a la propiedad intelectual en el país. La FGR tiene ahora la palabra. Las cuentas de banco de los beneficiarios del fraude constituyen el mejor indicio de localización de quienes están detrás de su diseño y operación. Esperemos muy pronto conocer resultados de las acciones emprendidas.
