Empaparse de turismo activo en la Sierra de Guadarrama

A solo 45 minutos de Madrid, este sistema montañoso es un paraíso con más de 250 kilómetros de rutas para caminar, montar a caballo o en bici, practicar alpinismo o realizar actividades de multiaventura

Perderse por la Sierra de Guadarrama es un plan inigualable para los amantes de las actividades al aire libre. Este impresionante sistema montañoso situado en el corazón de la península ibérica, a solo 45 minutos de Madrid, es conocido por sus maravillosos paisajes, su rica biodiversidad, su valiosa historia y sus inmensas posibilidades para el turismo activo. Es imposible que el visitante no encuentre un plan rural perfecto y adaptado a sus necesidades. Gracias a «MadRural» , que organiza la propuesta de turismo rural de la Comunidad de Madrid en las cuatro comarcas turísticas: la Sierra Oeste, la Sierra de Guadarrama, la Sierra Norte y la Comarca de las Vegas y Alcarria de Madrid, se adentrará en «El Madrid que no te esperas».

Un paraíso para el senderismo

El maravilloso entorno de esta zona hace que el turismo de naturaleza sea uno de sus principales reclamos para excursionistas de todas las edades y niveles. Esta majestuosa cordillera ofrece una gran variedad de senderos y rutas de diferente dificultad, que conducen a picos, lagunas glaciares y bosques de pino silvestre. Un paraíso con más de 250 kilómetros de caminos para practicar senderismo o trekking. La red de Caminos de la Sierra de Guadarrama propone 26 rutas adaptadas a todos los gustos, con diferente duración y dificultad técnica. Algunas de las más transitadas, debido a su practicabilidad, son la Ruta de los Miradores de los Poetas, el paseo del anillo Verde de Soto del Real, los bosques de cambroño en Los Molinos o las Canteras de Alpedrete.

Por esta comarca también pasa el Camino de Santiago de Madrid con tres etapas: Tres Cantos-Manzanares El Real, Manzanares El Real-Cercedilla, y Cercedilla. Una oportunidad única para que los peregrinos se deleiten con sus paisajes y recursos naturales, y disfruten de la desconexión y la tranquilidad de rincones que apenas han sido explorados.

También es un paraíso para los amantes de la bicicleta, que pueden disfrutar de más de 300 kilómetros de rutas, con itinerarios para todos los niveles, desde senderos suaves hasta desafiantes ascensos de alta montaña. Entre las incontables opciones, CiclaMadrid propone una atractiva ruta ente Manzanares El Real y Moralzarzal, atravesando también la localidad de El Boalo.

Los más aventureros se sentirán acogidos por este sistema montañoso, donde pueden practicar alpinismo, realizar multiaventura, pasear a caballo, hacer parapente y todo lo que puedan imaginar. Diferentes empresas operan en algunos embalses de la comarca y organizan deportes y actividades acuáticas como Kayak, windsurf y paddlesurf…

Y si lo que el excursionista desea es contemplar la fauna propia de la comarca, el embalse de Santillana es todo lo que está buscando. En la actualidad, este lugar es un pequeño edén para ornitólogos, observadores de aves y amantes de la naturaleza en general. Tal es su riqueza que fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993 al pertenecer al Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares.

En la actualidad, casi un siglo después de su construcción, este embalse es uno de los principales lugares de reserva, protección, migración y nidificación de aves acuáticas en la Comunidad de Madrid. Su belleza cautivó al mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente, que estuvo muy apegado a este paraje y consiguió construir dos observatorios a orillas del agua para facilitar el estudio y la admiración de las aves de la zona.

Un rico patrimonio cultural

El turismo en esta región no se limita a la exploración de su belleza natural; también hay un patrimonio cultural significativo.

Dentro de esta comarca se encuentra también Manzanares El Real, atravesado por el río Manzanares (del que tomó prestado su nombre), donde se levantan dos castillos: el Castillo Viejo y el Castillo nuevo de los Mendoza. Desde las murallas de este último, el buque insignia del pueblo, el viajero obtendrá una perspectiva del conjunto: el pueblo, la Pedriza, el embalse de Santillana con el cerro de San Pedro al fondo, el valle...

Los amantes del esquí también deben visitar el Museo del Esquí Paquito Fernández Ochoa, el primer espacio expositivo de la Comunidad de Madrid dedicado a la historia de este deporte alpino.

Por otra parte, mención especial merece la gastronomía local, con delicias como la ternera de la Sierra de Guadarrama, el asado de cordero o la caza de temporada. Un broche de oro para completar la experiencia turística.