Costaba ver últimamente a un culé feliz, pero
Vitor Roque derrochó alegría y felicidad al marcar el único gol del
FC Barcelona ante
Osasuna a los 73 segundos de salir al campo. Tocando solo un balón y con la cabeza (mide 1,74 y remató dentro del área pequeña) marcó un gol, provocó una tarjeta roja y casi fue objeto de penalti. La celebración fue impresionante, pero su sonrisa ante las cámaras de
DAZN en el post fue la misma de un niño cuando abre la puerta de la habitación donde los
Reyes han dejado los regalos. Tiene 18 años y cumplió uno de sus sueños. Marcó de cabeza gracias a su movilidad y con un salto sorprendente para su envergadura. La teoría de que caben
Roque y
Lewandowski en el mismo once avanzó ayer más de lo previsto o lo lógico. El gol del brasileño le dio vida a un
Barça en modo aplazamiento sin que se viera una gran mejora ni tampoco un hundimiento.
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