La tarjeta roja a Messi con Medel pone fin a su tormento en la Copa América
Se acabó, antes de tiempo, tras una jugada con el chileno Medel. Así ha terminado la participación de Messi en una Copa América de la que se llevará un mal recuerdo, porque todo ha ido mal.
La expulsión en el Argentina-Chile por el tercer y cuarto puesto de la Copa América es casi el colofón lógico a un torneo en el que apenas ha sido feliz, como si desde la eliminación contra el Liverpool en la Champions el destino se torciera para el futbolista.
El primer encuentro contra Colombia lo perdió Argentina y ya empezaron las críticas; en Argentina no se entiende que el Messi de Barcelona apenas aparezca cuando se pone la albiceleste.
Después, mejoró, pero el 10 se quejó del estado del césped durante muchos partidos y hasta el mismo reconoció que su aportación al equipo de Scaloni estaba por debajo de lo esperado. No ha sido un Messi decisivo y bien que lo ha echado de menos su equipo.
Cuando mejor jugó Argentina, en las semifinales contra Brasil, llegó la derrota. Messi explotó como nunca lo había hecho, contra los árbitros, por las patadas y por decisiones de VAR. Era un Messi con más quejas que nunca, superado por las circunstancias.
El último encuentro, el del tercer y cuarto puesto ya era un castigo en sí mismo: no le dio tiempo a jugarlo mucho: su percance con Medel le ha supuesto la expulsión y el final. Ahora necesita vacaciones mientras espera que el Barcelona fiche a su amigo Neymar.