«Spiriman» avisa a Díaz de que no ha logrado «amedrentarlo»
La apuesta era elevada y el juzgado de Instrucción número 2 de Granada le ha dicho «no» al médico de Urgencias Jesús Candel, conocido en las redes sociales como «Spiriman» y quien logró nuclear a su alrededor las protestas contra la fusión hospitalaria en la capital granadina. Éste ha sido procesado por supuestas injurias y calumnias vertidas contra la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y pidió al órgano judicial la nulidad de las actuaciones, pero su solicitud ha sido rechazada, en línea con el criterio sostenido por la Fiscalía. Candel argumentó indefensión, ya que los vídeos que se han visto en el proceso judicial en los que critica a Díaz y al ex viceconsejero de Salud Martín Blanco están presuntamente «manipulados», según asegura el propio médico a LA RAZÓN. Es más, adelanta que el lunes presentará «una querella contra la jueza» titular del mencionado órgano judicial «por prevaricación». Mientras se piensa qué hacer con las supuestas «amenazas» que se le «hicieron» a él y a su «abogada» «en el juzgado», lanza quien ha hecho de incomodar a «los que se creen poderosos» su manera de proceder. Su versión de lo sucedido pasa por que «Díaz ha creado una ingeniería jurídica» para intentar «amedrentarlo» y «quitarlo de en medio», aunque, avisa, «no lo ha logrado», pese a su «cortijismo». Recuerda que «hay varios procesos en fase de instrucción contra distintos altos cargos del SAS –Servicio Andaluz de Salud–» y él seguirá peleando contra quien se sirva de «irregularidades» para «imputarle un delito de odio» por insultar a la presidenta del Gobierno autonómico por «su gestión como política, no como persona», matiza.
No a la manifestación
Con su necesidad de acción está también vinculada la manifestación «contra la corrupción» que había convocado como presidente de la Asociación Justicia por la Sanidad el 1 de diciembre, jornada de reflexión de las elecciones andaluzas. Pero la subdelegación del Gobierno en Sevilla le ha comunicado que la protesta no podrá celebrarse al entender la Junta Electoral que es «un acto público de campaña». Habrá reacción.