Angela Merkel renunció a la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana
La decisión de Angela Merkel de dejar su puesto como presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) y de no participar en la contienda para canciller en 2021, le da un nuevo aspecto a la política alemana: la era pre-post Merkel.
Su decisión fue pensada para acallar el creciente descontento en su partido y para sentar el camino de la renovación, al tiempo que le permite mantener las riendas del poder como canciller, una estrategia que parecen respaldar quienes la apoyan dentro del CDU.
“Creo que al renunciar al liderazgo del partido se fortalece su papel como canciller”, dice Katja Leikert, parlamentaria del CDU y vicepresidenta del grupo parlamentario del partido. “Conseguirá mayor legitimidad si cede algo de su poder”.
Pero otros no están tan seguros y pronostican que se verá obligada a renunciar antes de que su cuarto y último periodo oficial acabe dentro de tres años.
“Aunque es difícil, creo que sería bueno un cambio en la cima del gobierno durante este periodo parlamentario, y que se llegue a las siguientes elecciones nacionales con un nuevo liderazgo y un nuevo programa”, dice Joachim Pfeiffer, un miembro de la derecha del CDU.
Los partidos de oposición fueron más allá y exigieron la renuncia de Merkel. “Está renunciando al trabajo equivocado”, dice Christian Lindner, presidente del partido liberal FDP. “Podría ser bueno para el CDU tener un nuevo jefe, pero también para Alemania”.
Merkel fue blanco de críticas por parte de los conservadores de su partido durante años. Muchos no han perdonado su postura liberal de asilo político durante la crisis de refugiados de 2015, cuando permitió que un millón de migrantes ingresaran a Alemania.
Pero la presión sobre ella aumentó a causa de los retrocesos electorales que el CDU y su partido hermano de Baviera, el CSU, tuvieron el mes pasado.
Olav Gutting, miembro del parlamento del CDU, reconoce la lógica de la canciller que renuncia a la dirigencia del partido. “Queda claro, después de estos terribles resultados, que necesitamos urgentemente un nuevo comienzo, y para esto se Sin embargo, la intención de Merkel de mantener unido a su partido y de concluir su mandato podría depender, en gran parte, de la persona que el CDU elija para sustituirla.
Tal vez podría trabajar cómodamente con Annegret Kramp-Karrenbauer, la actual secretaria general del CDU, a quien generalmente se le describe como la heredera ideológica de Merkel. AKK, como se le conoce, es muy querida por las bases del partido, y está a cargo de elaborar un nuevo manifiesto que pueda atraer a la nueva generación de votantes.
En contraste, Merkel podría tener problemas si los delegados del partido que se reúnan en Hamburgo en diciembre eligen a Jens Spahn. El ministro de Salud ha tenido varios desencuentros con la canciller en asuntos relacionados con la política de refugiados, y desde hace tiempo es considerado como el principal antagonista de Merkel dentro del partido.
Otro mal augurio para la canciller es el del antiguo presidente del grupo parlamentario del CDU, Friedrich Merz, quien señaló que él también está buscando el puesto. Merz fue un gran opositor de los esfuerzos de Merkel para mover a su partido hacia el centro. Ella le cobró obligándolo a dejar su cargo en 2002.
“Merkel/Spahn sería una difícil constelación, pero Merkel/Merz no funcionaría”, dice Thorsten Faas, politólogo de la Universidad Libre de Berlín. “Si Merz gana, ella tendrá que irse”, agrega el especialista.
Es una sorpresa que Merkel aceptara dejar su puesto como presidenta del CDU. Ella siempre ha insistido en que los trabajos de canciller y líder del partido deben ir juntos. Para algunos en Berlín, el hecho de que cambiara de opinión —con el argumento de que es una “apuesta” que solo funciona por poco tiempo— es una señal de que sus días como canciller están acabando.
Sin embargo, ese no fue el mensaje que ella dió el lunes pasado. Insistió en su permanencia en la cancillería hasta 2021, “lo que es una señal para su partido de ‘que tengan cuidado, todavía deben lidiar conmigo’”, menciona Faas.
