La hora que usted diga…
Los líderes del Siglo XXI en México y en el mundo se parecen cada vez más a los de la centuria pasada y aparece la tentación de regresar a actuaciones autoritarias en las que solo se busca el lucimiento personal, sin tomar en cuenta a la población.
Ante los resultados de las elecciones del pasado 1 de julio, las autoridades electas en los tres niveles de gobierno, así como en el Congreso de la Unión y en los poderes legislativos locales, existe la tentación de regresar a decisiones unilaterales.
La anécdota que se atribuye al presidente de México, Porfirio Díaz, y que más tarde se le colocó a otros mandatarios del PRI, parece actual y es parte de lo que buscan los “modernos” liderazgos.
Se dice que alguna vez, Porfirio Díaz preguntó: “¿Qué hora es?”; y la respuesta fue: la hora que usted diga, señor presidente. Actualmente, los liderazgos actuales parecen querer regresar a esos tiempos.
El poder no se ocupa para buscar mejores relaciones entre los seres humanos, sino para impulsar un sometimiento y el lucimiento personal.
Fue Porfirio Díaz quien dio estabilidad a México tras los movimientos de la mitad del siglo XIX, sin embargo, también se generó un ejercicio del poder absoluto que se consideró una dictadura, o al menos así, lo calificó la historia.
Actualmente, existen casos como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien muestra tendencias a ser un líder autoritario en donde su verdad es la única y donde lo que opina debe convertirse en ley.
El mandatario norteamericano presume de obtener siempre lo que quiere, como lo escribió en su libro “The Art of the Deal” (El arte del trato). En su texto, Trump revela las rutinas semanales del empresario y los puntos principales a considerar para ser un gran negociador, aunque en realidad, expresa sus estrategias para ejercer un autoritarismo en sus negocios.
Para Trump, la alternativa para diferentes problemas es la confrontación, la cual, debe de hacerse desde un punto de poder. El presidente norteamericano considera que como tiene la verdad, siempre saldrá victorioso.
La postura de Trump es una muestra de diferentes “líderes” de esta época en donde quedó atrás la armonía, el balance y la variedad. Sin duda, es momento de que los líderes sigan los principios del arte de ejercer el poder en donde se apueste por un equilibro que beneficie a todos.
jaime.zambrano@milenio.com