Las desgracias de Nadal 'sirven' el trono a Federer un lustro después
Otra vez molestias musculares. Otra vez en Melbourne. Por cuarta ocasión en su carrera deportiva, Rafael Nadal se ha visto forzado a retirarse del primer Grand Slam del curso. Lo hizo en 2010, por problemas en la rodilla ante Andy Murray; en 2011, tras una rotura de fibras cuando se enfrentaba a Ferrer, y en 2014, por problemas en la espalda cuando acariciaba el título ante Wawrinka. Ese físico privilegiado que le ha ayudado a ser de los mejores tenistas de la historia, y que a la vez le ha lastrado en un sinfín de ocasiones. En este 2018 ha sido el cuádriceps el que le ha impedido librar batalla con Cilic en la quinta manga.
El español no ha conseguido apartar las molestias de su cuerpo en los últimos años. En 2016, cuando parecía que se reencontraba con su tenis, se vio obligado a frenar después de los Juegos Olímpicos de Río, donde hizo un esfuerzo extra para cosechar la medalla de oro en dobles. Se perdió todo el tramo final del curso, aunque en 2017 supo regresar al circuito a lo grande, con un puñado de éxitos, Roland Garros y US Open incluido. Sin embargo, su presencia en el Masters 1000 de París le trajo problemas y abandonó tras disputar su encuentro con Goffin en la Copa de Maestros, uno de los títulos que más ansía ya que no posee en su palmarés.
En este arranque de 2017 Nadal anunció su baja en Abu Dhabi y, posteriormente, en Doha. Tan sólo disputó una exhibición previa al Abierto de Australia. La incertidumbre era máxima, pero el cuadro, asequible, le permitió tomar ritmo con el transcurso de los partidos. Ante Cilic, la cosa marchaba bien hasta mediada la cuarta manga. El español ha mencionado que lo duro que es el calendario y la supremacía de las pistas duras, que propician las lesiones que han sufrido últimamente los tenistas. Mientras, el croata le advierte de que debe gestionar mejor su calendario para evitar sufrir contratiempos en su cuerpo.
Lo cierto es que Nadal tenía en el horizonte una hipotética final con Roger Federer y la posibilidad de clamar venganza por lo acontecido en 2017. Ese sueño se ha esfumado y el español ha conseguido salvar el número uno ‘in extremis’. Necesitaba cuartos de final, y ahí es precisamente donde ha concluido su aventura. Al suizo le quedan tres pasos para ser repetir corona en Melbourne, y es claramente favorito. Berdych, Chung y Cilic es a priori el camino que afrontará el helvético hasta su vigésimo Grand Slam.
En caso de vencer a todos ellos, Federer saldría de Melbourne con 9.605 puntos, ileso de los 2.000 que defendía. Se quedaría a poco más de 100 de Nadal, que sumaría 9.760 puntos. Sin embargo, el cambio de tornas en la ATP podría ser cuestión de tiempo. Por precaución tras las molestias, Nadal podría causar baja en Acapulco, donde defiende 300 puntos. Y en esa misma semana, Roger podría acudir a Abu Dhabi, donde tan sólo sumó 45 puntos la pasada temporada. Una oportunidad ideal para recuperar el número uno del mundo.
Aunque tenga complicado mantenerlo después, ya que optará nuevamente por reducir drásticamente su calendario, Federer daría otro en la historia de este deporte. Recuperaría la primera plaza del ranking más de un lustro después (la última vez fue el 29 de octubre de 2012). Sería un paso histórico, ya que se convertiría en el más veterano en ostentar ese privilegio, superando con holgura a Andre Agassi (33 años, cuatro meses y nueve días). Federer tiene muy cerca recuperar un legado que inició el 2 de febrero de 2004.