Israel mata a tres mandos de Yihad Islámica y una decena de civiles en Gaza
Por sorpresa, las Fuerzas de Defensa bombardearon primero posiciones de la organización islamista palestina, considerada terrorista en Estados Unidos y la Unión Europea y apoyada por el régimen iraní, en la madrugada de ayer. Poco antes de ejecutar los ataques, las autoridades israelíes cerraron las carreteras de las comunidades cercanas a Gaza y pidieron a la población que tratara de mantenerse a salvo en sus refugios. Después, ya en la tarde del martes, el Ejército israelí volvió a bombardear Gaza, en este caso la zona meridional de Khan Yunis. Según fuentes palestinas, el ataque se cobró la vida de dos civiles más.
Un total de 40 aeronaves participaron ayer en los bombardeos en Gaza, según fuentes militares israelíes, que precisaron que la operación permitió eliminar armas e infraestructura de fabricación de material bélico de Yihad Islámica, así como instalaciones militares de la organización islamista.
Por su parte, Yihad Islámica, que prometió venganza “a la altura del crimen” en una “respuesta palestina unificada”, identificó a sus mandos abatidos como Jihad Ghannam, Khalil Al-Bahtini y Tareq Izzeldeen. “La ocupación [en referencia a Israel] debe esperar una respuesta en cualquier momento y en cualquier parte”, amenazó el portavoz de la entidad islamista Dawoud Shehab, en declaraciones citadas por Reuters. Tampoco se hizo esperar la respuesta de Hamás, que anunció igualmente represalias. “El feo asesinato de varias de nuestras mejores personas es un crimen traicionero que se encontrará una respuesta contundente de los poderes unificados de la resistencia”, declaró el jefe de la oficina política de la organización que controla Gaza, Khaled Meshaal.
En un encuentro organizado ayer por el medio Israel Hayom, el primer ministro Benjamín Netanyahu reveló haber dado órdenes a los mandos militares de prepararse para una campaña desde varios frentes dirigida por Irán. El regreso abrupto del ministro de Exteriores, Eli Cohen, desde la India, donde llegó ayer en visita oficial, constituye otra evidencia de que Tel Aviv se prepara para la escalada en las próximas fechas. La buena noticia para Netanyahu es que Poder Judío, formación ultraderechista integrada en la coalición gubernamental, anunció ayer el fin del boicot parlamentario al que estaba sometiendo al Ejecutivo por considerar “débil” su respuesta a la violencia palestina en Gaza.
Entretanto, las autoridades egipcias, que fueron clave en la mediación que dio lugar a la última tregua entre Tel Aviv y las milicias palestinas, expresaron ayer su condena a la operación de las Fuerzas de Defensa israelíes. También condenó “las muertes de civiles” el enviado especial de Naciones Unidas para Oriente Medio, Tor Wennesland, que pidió “contención” a todas las partes.
La nueva operación israelí en Gaza se produce en un momento de alta tensión en la región. Los primeros meses del año están siendo los más violentos desde 2000: más de un centenar de palestinos y árabes-israelíes han muerto en incidentes violentos con Israel y casi dos decenas de personas han perdido la vida del lado israelí. La última escalada tuvo como desencadenante, hace apenas una semana, la muerte de un terrorista de Yihad Islámica, Khader Adnan, en una cárcel israelí después de 87 días en huelga de hambre.
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