El 70 por ciento de la población de Barcelona presenta metales pesados en la sangre y 'trazas de tierras raras' REE (por sus siglas en inglés) -elementos que pueden encontrarse en dispositivos electrónicos, entre otros objetos- que concentrados en altas cantidades podrían derivar en enfermedades graves. Así lo apuntan las conclusiones del estudio 'Concentraciones sanguíneas de metales, oligoelementos esenciales, y otras sustancias químicas en la población general adulta de Barcelona: distribución y factores sociodemográficos asociados', liderada por el Hospital del Mar de Barcelona . Según el trabajo, publicado en la web 'Science Direct', que proporciona acceso por suscripción a una gran base de datos de búsqueda científica y médica, y consultado por ABC, entre el 50 por ciento y el 70 por ciento de la población general de la capital catalana presenta intoxicación por metales pesados como el plomo, la plata, el arsénico, el cadmio, el mercurio, el antimonio, el estroncio, el talio y seis oligoelementos esenciales, y este porcentaje se eleva en quienes tienen síntomas de cansancio o dolor e inflamación persistentes . La investigación se basa en una muestra de participantes en la Encuesta de Salud de Barcelona del año 2016 -un total de 240 encuestados-, a los que les extrajeron muestras de sangre y se les realizó un examen físico. Los resultados constataron que en las muestras estudiadas estaban presentes las 50 sustancias químicas estudiad as , incluidas las 26 REE y los elementos minoritarios. Noticias Relacionadas estandar Si Los pescadores estallan contra el alarmismo por el vertido de pélets Noela Vázquez estandar No El sector mar-industria empezará a descarbonizarse en 2024 Pablo Baamonde Los investigadores del centro barcelonés hallaron plomo, plata, arsénico, cadmio, mercurio, antimonio, estroncio, talio y seis oligoelementos esenciales en la sangre de más del 70 por ciento de la población de Barcelona. Las trazas de tierras raras y elementos minoritarios detectados con mayor frecuencia fueron europio (62 por ciento), tulio (56 por ciento), oro (41 por ciento), indio (31 por ciento), rutenio (24 por ciento) y tantalio (20 por ciento). Las clases sociales ocupacionales menos acomodadas tuvieron mayores porcentajes de detección de algunos REE, según la investigación. En cuanto a la presencia de metales pesados, las concentraciones medias de plata, arsénico, cadmio y mercurio fueron: 0,091, 3,01, 0,309 y 3,33 nanogramos por mililitro (ng/mL), respectivamente. Las mujeres tenían concentraciones medianas más bajas que los hombres de plomo: 1,47 frente a 2,04 microgramos por decilitro (μg/dL), respectivamente; hierro y zinc , y concentraciones más altas de cobre y manganeso . La influencia de las características sociodemográficas sobre las concentraciones químicas difirió según el sexo. Un trabajo anterior, de 2020, dirigido por la Universidad de Granada , encontró concentraciones de metales pesados en el 51 por ciento de la población, informa Servimedia. La intoxicación por metales pesados se produce cuando una persona está expuesta a niveles excesivos de ciertos metales en su organismo, ya sea a través de la inhalación, ingestión o absorción cutánea. El Ministerio para la Transición Ecológica recoge en su web que «la peligrosidad de los metales pesados reside en que no pueden ser degradados (ni química, ni biológicamente) y, además, tienden a bioacumularse y a biomagnificarse (que significa que se acumulan en los organismos vivos alcanzando concentraciones mayores que la que alcanzan en los alimentos o medioambiente, y que estas concentraciones aumentan a medida que ascendemos en la cadena trófica), provocando efectos tóxicos de muy diverso carácter». Así, por ejemplo, el plomo puede encontrarse en las tuberías, polvo contaminado, fuentes de agua, suelo, etc. El mercurio está en pescados azules y mariscos, sobre todo en aquellos de gran tamaño y depredadores. Mientras tanto, el cadmio puede estar presente también en mariscos, cereales, verduras de hojas verdes, debido a la contaminación del suelo y el agua; y en el tabaco. El arsénico puede encontrarse en el agua potable, el arroz y productos derivados de mariscos. El aluminio en las vacunas actuales y cosméticos, como los desodorantes. MÁS INFORMACIÓN noticia Si «La pregunta ahora es cuántos sacos de pélets quedan en el mar» Otros efectos incluyen problemas neurológicos, daño renal, problemas gastrointestinales, daño hepático, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, daño óseo (fracturas u osteoporosis), problemas dermatológicos (incluyendo cáncer) y efectos perjudiciales para los fetos (malformaciones congénitas, falta de desarrollo).
