Después de celebrar sus veinte años de carrera con una gira apoteósica, el legendario trío de power-pop Airbag ha vuelto a romperse la cabeza para darle a su hinchada nuevas canciones que, ante todo, fueran buenas. Con esa premisa tan simple pero a veces olvidada grabaron 'Siempre Tropical' , un nuevo disco lleno de energía que según nos cuenta su cantante y guitarrista Adolfo Díaz, sonará «casi en su integridad» este sábado en un concierto matinal (12h, desde 18 euros) en el Teatro Barceló , dentro del festival Madrid Brillante. Madrid a veces es una ciudad difícil para grupos debutantes. ¿Cómo fue su puesta de largo aquí, allá por comienzos de siglo? Tuvimos la suerte de que Madrid nos recibió muy bien desde el principio. Al principio íbamos a salas de poco aforo, como es natural. La primera fue una que se llamaba Alien. Después el crecimiento a los grandes aforos fue paulatino, pero seguro. Ahora, en Madrid siempre tenemos público, es nuestro bastión. Por eso siempre estamos deseando ir. Sin desmerecer a las demás, ¿cuál es su sala favorita de Madrid? Siroco, por los primeros tiempos. Y El Sol, porque la primera vez que fuimos teníamos esa sensación de lugar de leyenda. La Arena, porque allí grabamos un directo, y el Ochoymedio también nos ha dado grandes noches. Noticia Relacionada estandar No Críticas de discos de la semana: Confeti de odio, Airbag, Tórtel y M.I.A. Fernando Pérez Nuestros especialistas musicales hacen un repaso de las novedades discográficas más interesantes de las últimas semanas ¿Y su sitio favorito para comer antes de tocar? Nuestro manager es madrileño de pro y le encanta la gastronomía, así que nos lleva a sitios buenísimos. El mejor es el Mesón Planeta, nuestra segunda casa. Se come increíble. Imagino que sus conciertos están siendo un festival de pogos, después de dos años sin poder hacer el cabra. El primero que dimos con normalidad en Granada fue muy emocionante por eso. Después la respuesta de la gente está siendo increíble, se nota que todo el mundo está con ganas. Antes de la pandemia, los músicos a veces pecábamos un poco de ir a los conciertos como quien va otro día más a la oficina. Pero después de lo que ha pasado, valoramos cada segundo que pasamos con los fans como si fuera oro. Yo ahora procuro disfrutar cada instante al máximo. Después de veinte años, ¿seguir haciendo buenas canciones es más fácil o más difícil? Buf, es cada vez más difícil, no te quepa duda. Nuestra máxima ambición artística es esa, hacer grandes canciones, y es muy difícil no repetirse si sigues haciendo la música que te gusta, con el hándicap añadido de la limitación que implica ser sólo tres: guitarra, bajo y batería. En cada disco intentamos satisfacernos a nosotros mismos, y eso ya abre la posibilidad de que también le guste a la gente. En este disco hay muchas canciones sobre la naturaleza agridulce de las relaciones sentimentales. Yo diría que en todos nuestros discos (risas). Al final la música casi siempre pop habla sobre amor y desamor, y en nuestro caso es una realidad que se expresa a nuestro alrededor, en nuestras relaciones y las de la gente que conocemos. Y lo hacemos de forma natural. Es un poco marca de la casa, aunque tengamos temáticas más sociales en algunos momentos. Hay dos versos demoledores que dicen 'no me he enamorado / desde el siglo pasado'. ¿Autobiográfico? Esa canción es de Pepe (bajista), y yo creo que juega con la exageración, la dramatización, para llegar a puntos que pueden ser incluso humorísticos (risas). MÁS INFORMACIÓN Triana, una resurreción entre el rencor y la traición 'Perros y gatos' puede que sea la canción pandémica por excelencia, y mira que se han hecho unas cuantas últimamente... Nos juramos que nunca haríamos una canción pandémica (risas), pero es que me salió a borbotones. Después de ver en la tele una imagen de un chico hablando sobre el amor en pandemia, esa noche me vino toda la letra del tirón a la cabeza.
