El juzgado impide el uso privativo del patio de la muralla de Castelar en Sevilla
Las visitas turísticas que la Fundación Alejandro Rojas-Marcos está desarrollando en el patio de vecinos del número 11 de la calle Castelar donde se ha restaurado un tramo de la muralla islámica ha causado un pleito entre el exalcalde de Sevilla y la comunidad de vecinos. Los propietarios han denunciado el «uso ilegítimo» que a su juicio se está produciendo en el patio de luces donde se están llevando a cabo las visitas. La presidenta de la comunidad, Elena Cañaveral del Cid , ha querido aclarar que el exalcalde de Sevilla «no tiene el uso privativo» del espacio y que el acceso al mismo que se está realizando a través de su casa se efectúa «sin autorización de la comunidad de propietarios, titular del patio de luces, y por tanto sin ninguna legitimidad para ello». Rojas-Marcos y el portavoz de Adepa, Joaquín Egea , reivindicaron en ABC que, al ser la muralla un Bien de Interés Cultural que se ha puesto en valor gracias a la restauración que ha afrontado el propio exalcalde a través de su fundación, debía abrirse el patio durante tres horas al día, un día a la semana . De esta forma, argumentaban que la comunidad de vecinos había impugnado el protocolo establecido por la Consejería de Cultura, a lo que ésta respondió que no había lugar a su rechazo. Sin embargo, los propietarios se basan en una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 16 de Sevilla de 2019 , cuyo auto de ejecución de emitió en julio de 2021, en la que se determinaba que «el patio es un elemento común de la comunidad , sobre el que la Fundación Alejandro Rojas-Marcos no tiene uso privativo». Por otro lado, argumenta la presidenta que la muralla islámica de Sevilla tiene muchos tramos en edificios públicos abiertos a visitas turísticas sin restricción de horario y sin pasar por ninguna propiedad privada por lo que, a su juicio, la visita turística al lienzo existente en la calle Castelar «no tiene ninguna particularidad especial respecto al resto de la muralla islámica». «Es completamente innecesaria —continúa— e insistimos que no está aprobada por la junta de la comunidad de propietarios, que es la titular». Rojas-Marcos, por su parte, recordó que estas visitas están amparadas por la Junta de Andalucía y, en su favor, el portavoz de Adepa, Joaquín Egea, destacó la «extraordinaria» restauración que se ha llevado a cabo. A su juicio, según indicó a ABC, «es una obra interesantísima para recuperar la historia y el alma frente a tantos vulgarismos que se hacen en Sevilla» y que el tramo de muralla islámica «es el mejor conservado de Sevilla». Respecto de lo publicado sobre que la presidenta increpó a los visitantes a la muralla de la calle Castelar, Elena Cañaveral del Cid aclara que «en ejercicio de sus obligaciones, únicamente recordó a Alejandro Rojas-Marcos, como vecino, que la comunidad no había autorizado ningún tipo de visitas turísticas y conminándole al cumplimiento de los acuerdos de la junta y las sentencias judiciales».