El periodista Xavi Ayén estaba la mañana del jueves 7 de octubre de 2010 en la planta 46 de un rascacielos de Manhattan, con unas asombrosas vistas de Central Park y el río Hudson. Entrevistaba, en ese preciso instante, a uno de los hombres más buscados del mundo, ante la desesperación de su asistenta, Flora, una chica hondureña que veía como el alboroto que se estaba generando a su alrededor le iba a impedir salir del trabajo a su hora. La excepcionalidad del momento lo merecía. A su jefe, Mario Vargas Llosa... Читать дальше...